Al inicio del segundo cuatrimestre comenzó a pensarse la idea ficcional para ser desarrollada en este lapso de la cursada. La misma fue siendo construida paulatinamente, con situaciones sueltas que de a poco fueron tomando forma.
La temática básica del relato era un juego de vaivenes psicológicos, que por su intencionalidad narrativa se encasillaba en arte y ensayo. Además de la confluencia de una multiplicidad de géneros que aportaba a este tipo de indefinición, de ambigüedad.
Se advertía una posible incomprensión del espectador medio, la cual no era vista como un error sino de lo contrario sería un recurso a explotar, que de hecho hasta al final se sostuvo.
En esta línea se inició una búsqueda de referencias que ayudasen a poner en imágenes lo que se buscaba retratar, además de la producción propia de un story board que nos acercase lo más posible a lo que serían los fotogramas finales.
Sosteniendo la trama, comenzamos a hacer reajustes de diálogos y cuestiones ligadas al número de actores en escena, analizando la dificultad que conllevaría el perfil de cada uno de los personajes.
Efectuamos un casting, pero la búsqueda no resultó suficiente y debimos sumarle otro.
Se llevó a cabo el primer rodaje, y al margen de irregularidades técnicas, el resultado no llegaba a construir un verosímil acorde a lo previsto en la etapa de preproducción.
Debía simplificarse la idea, para que aquello que era dificultoso de alcanzar pudiese solventarse desde otro lado. Para ello, y para no dejar de un modo radical lo construido durante tanto tiempo, se pensó en un personaje que evidenciara el dispositivo cinematográfico, de modo tal que se beneficiase así también el realismo en cuanto a decorados y actuación, y pudiese respetar a grandes rasgos los acontecimientos planificados a sucederse. En otras palabras se daba la posibilidad de sostener a nuestro actor y poder grabar en locaciones más simples.
Se llevo a cabo este nuevo rodaje. Si bien también hubo complicaciones técnicas, la crítica general fue que no pasaba nada, puesto que todo el cortometraje se traducía en un comunicado del personaje central.
En un último intento tratamos de resarcir tanto texto y reincorporamos acción, aspirando además que no ocurran nuevas problemáticas en la realización que condicionen el film final.
Este cambio vino acompañado de una fotografía más tradicionalista, las opciones musicales se restringieron y se enfatizaron ciertas artimañas de montaje.
Se eliminaron también ciertas facetas del personaje que no eran funcionales al mensaje a transmitir.
Desde ya puede verse como tanto la instancia de producción como la de postproducción fueron etapas de tiempos contrariados, y de soluciones surgidas con inmediatez pero acorde a los fines de la obtención de un producto cinematográfico íntegro.
Horneros en 3° REC 2012
Hace 12 años
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